Entradas

Te lo pregunto ahora

Te lo pregunto ahora porque después no sé si tendremos el tiempo. Cuánta calma has gastado en enfados por cosas que no valen lo actuado? Cuántos pasos perdidos deambulando caminos que sabías absurdos? Cuánta brisa has obviado antes que una tormenta maltratara tus velas sin un previo recado? Cuánta risa esbozada cuántos ojos ansiosos y silencios de esperas se han marchado sin eco, sin que tú lo notaras? Es un tiempo propicio para pensarlo, creo, y así darle a las horas su valor verdadero, más allá de la suerte, del destino o el empeño.

Darse cuenta

Tal vez, acostumbrados a la monotonía de la diaria rutina con altibajos, claro, pero con la confianza en algún viejo mapa,  para vadear la vida  sin mayores espantos. Tal vez, por eso digo,  vamos sin mamelucos  ni mayores recaudos,  tozudos signatarios  de lo que nos parezca. Tal vez por eso, acaso,  resulta más severo  despertar en lo incierto,  magullarse los ojos  y el alma ante la pena,  ver qué pequeños somos, mariscales de un campo  sembrado con misterios. Pero, tal vez por eso,  así nos demos cuenta  de la premura cierta  de abrirnos al recaudo,  de entender que es preciso  pensar en el nosotros,  que no habrá parapetos  inviolables al miedo. Tal vez por eso, pienso,  mi pequeña tutela  sumándose a la ajena,  es lo poco que queda  para brindar pelea.