Te lo pregunto ahora
Te lo pregunto ahora porque después no sé si tendremos el tiempo. Cuánta calma has gastado en enfados por cosas que no valen lo actuado? Cuántos pasos perdidos deambulando caminos que sabías absurdos? Cuánta brisa has obviado antes que una tormenta maltratara tus velas sin un previo recado? Cuánta risa esbozada cuántos ojos ansiosos y silencios de esperas se han marchado sin eco, sin que tú lo notaras? Es un tiempo propicio para pensarlo, creo, y así darle a las horas su valor verdadero, más allá de la suerte, del destino o el empeño.